Allá, en el norte de Argentina, silencioso y tranquilo se encuentra el pueblo de Purmamarca en el departamento de Tumbaya, con sus cardones, su fondo colorido y sus aires autóctonos, que lo convierten en uno de los más pintorescos de Jujuy.
Purmamarca es una visita obligada para todos aquellos que desean conocer los escenarios típicos del norte del país. Un paisaje que vale la pena y que sin dudas, resulta cautivante.
Sin embargo, este panorama de gran calma, cambia cuando se trata de celebrar una ocasión especial como lo es el Evento: Honores A Santa Barbara, uno de los últimos motivos de celebración del año, fuera de lo que son las Fiestas de Navidad y Año Nuevo.
Cada 4 de diciembre, el pueblo se viste de fiesta, se engalana para rendir tributo a esta Santa por quién sienten una profunda devoción. Así, se realiza una procesión que nadie se pierde y se hacen ofrendas y luego se comparten comidas con los seres queridos. También es un momento de encuentro con los vecinos, se trata de compartir, de la fe.
Pero Purmamarca no es el único lugar de Jujuy en donde está Santa se hace presente. Además puede decirse que Santa Bárbara es una figura muy popular y querida por los jujeños, ya que en el poblado que lleva al mismo nombre, también se realizan festejos. Y esta ocasión también es una excusa para abandonar la comodidad del hogar y salir a las calles a proclamar esta cultura religiosa.
Para aquellos que no lo saben, la Santa es protectora de los mineros, de los artilleros, así como de los electricistas y de otras profesiones que manejan explosivos, según cuentan los creyentes. Y como por la zona, el trabajo en minas es común, cuenta con varios fieles.
La leyenda conocida por todos sostiene que la Santa murió mártir ya que fue llevada a la cima de un cerro en donde fue decapitada por su padre, quién luego de cometer este atroz acto fue alcanzado por un rayo.
Como casi todos los festejos del lugar, se realiza una procesión, que cabo tiene como destino el Fuerte de Santa Bárbara, cuya ubicación está marcada por los límites comprendidos entre la serranía de Santa Bárbara, a 2500 metros sobre el nivel del mar y el Cerro Centinela, a 1970 metros. Su función original fue la protección de los indígenas que provenían del Chaco.
Durante el día de la fiesta, los fieles se dirigen al cerro cargando la imagen de Santa Bárbara y el final del recorrido es indicado por una enorme cruz, ubicada en la cima. Al llegar, se realiza una misa, así como también se pronuncian oraciones y se prosigue con agradecimientos por los favores y la protección recibida. Nunca faltan las diferentes autoridades oficiales, que también toman la palabra.
Los honores a Santa Bárbara son una ocasión especial para conocer un poco más acerca de la cultura de Jujuy y si sos turista, no dejes de participar en este acto de fe y vivirlo de modo respetuoso.
Fatima Seppi