Este destino estadounidense puede definirse de buenas a primeras por su grandeza, que se expresa no sólo en la magnanimidad de la arquitectura urbana, sino también en la elocuencia de sus espacios verdes. Es por eso que uno de los primeros lugares que hay que visitar es el Empire State Building, que te invita a su terraza para que puedas apreciar porque esta ciudad es tan codiciada en el mundo entero. Luego, puedes continuar por el Rockefeller Center, que siempre exhibe un gran diseño.
La Quinta Avenida está pensada para que te deslices de un local comercial a otro y aproveches las ofertas y te deleites con el último grito de la moda. Después de este entretenido paseo, puedes refugiarte en Central Park, el máximo pulmón verde por donde Nueva York respira y en donde sus habitantes se relajan, practicando algún deporte o simplemente alejándose del ruido citadino. En épocas invernales, aquí se puede disfrutar de una pista de patinaje de grandes dimensiones.
Times Square es uno de los lugares de mayor concurrencia y casi es imposible encontrar algo de silencio. Es muy conocido por estar siempre iluminado y se ha convertido en un ícono la llegada de año nuevo en este sitio, junto al espectáculo de la bola que rueda llegadas las 00 horas.
El Memorial de las Torres Gemelas y la casi recién estrenada Tower of Freedom son un importante recordatorio de los atentados del 11-S. Aquí se puede conocer de primera mano el desarrollo de los acontecimientos de tal nefasto día.
Otro de los lugares referenciales de la Gran Manzana es la Estatua de la Libertad. Para llegar a ella, hay que tomar a una embarcación, que resulta muy placentera pues permite una vista alejada de la ciudad. Se hace un descenso en la Isla para tomar varias fotos y luego el recorrido continúa hasta llegar a la Isla Ellis, testigo del arribo masivo de inmigrantes y de las condiciones en que vivían.
Nueva York también celebra la noche y por eso tiene varias propuestas para hacer. En primer lugar, uno puede sentarse a disfrutar de platillos internacionales en restaurantes de diferentes categorías y luego puede entretenerse con algún montaje al mejor estilo Broadway. Si tu presupuesto es acotado, no es necesario que te pierdas de las producciones, ya que hay varias propuestas económicas, pero que también conservan la calidad.
Por último, la ciudad no esconde en lo absoluto su faceta cultural y para eso, hay varios museos y centros de arte como el MOMA y el MET, que con sus impecables instalaciones ofrecen un una agradable paseo entre esculturas, pinturas y obras.
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Fatima Seppi
Fuente imagen: Flickr
Autor: fotocalvito